¿De que se trata la vida?
¿De dónde venimos, que estamos haciendo y hacia dónde vamos?
¿Quien soy?
Todas estas preguntas parecen muy, pero muy difíciles de responder y me ha tomado toda una vida, literalmente, el poder dar una respuesta que me satisfaga.
Creo que la solución es totalmente obvia y está a la vista de todos nosotros. Es todo lo real y no lo imaginario, por lo menos en el sentido de que nos aleje de la verdad por nuestros sueños e ideas de eternidad o de conservar nuestro ser, nuestro soy en el ahora. Pero todos estamos cambiando constantemente. Y eso es lo mejor de todo. No hay problema con eso. Incluyendo la muerte. Solo son pasos en una misma dirección:
Re organizarnos y cambiar. Re organizar nuestras moléculas, nuestros átomos, nuestros quarks, etc. Todo está en movimiento.
Todos vivimos todas las vidas de la humanidad, no solo eso, también de la de las plantas, de los animales, de los microorganismos; incluso de los minerales, energía, etc. Todo. Del Universo.
Cuando un ser viviente muere, como todos nosotros en algún momento, no significa el fin de nuestra existencia, sino solo un cambio más de un estado a otro. Las partículas se empiezan a descomponer y a ser absorbidas por otras formas de vida y de no vida. Por ejemplo, algunos insectos, hongos y bacterias nos van comiendo, y nos vamos convirtiendo en partes de esos nuevos organismos. Parte es desechada, a su vez, a través de excrementos, los cuales van a la tierra y parte son parte de nuevas plantas, otros seres vivos que los ingieren, etc.
Este mecanismo se viene repitiendo desde hace billones de años y lo seguirá haciendo. Lo que significa de que todos somos todo. Incluso, nos reorganizamos para ser parte, con el tiempo, de todo nuestro planeta, y, eventualmente, de otros mundos, estrellas y galaxias; puesto que eventualmente todos los planetas, estrellas, sistemas solares, galaxias, cúmulos de galaxias: nacen, viven y mueren, y se vuelven a re organizar en multi universos. Sin que exista un verdadero comienzo ni fin de la existencia, solo cambios constantes.
Es por esto que muy importante aceptar el hecho de que sea lo que sea que decidamos hacer, de alguna manera, está bien. Especialmente, en la medida de que sigamos nuestros instintos y voces interiores; puesto que eventualmente, volveremos a nacer en otras formas, ya sea de animales, insectos, hongos, plantas, minerales, etc., etc. Por supuesto, no como lo que somos ahora, sino como partes de un todo que se va re organizando constantemente.
Ni siquiera ahora somos los mismos que éramos hace cinco años, o cómo hace 20 años: “Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos” (como decía Neruda).
Pero cambiar y evolucionar es lo natural y lo “correcto”, si es que existe algo así. Nuestro cambio continúa por un camino muy, pero muy largo. Es por esto, que, por ejemplo, nuestro ADN, como especie, va recolectando experiencias de todos los individuos y se va adaptando al medio ambiente y cambiando y evolucionando con el tiempo, lo que ocasiona que nosotros, como individuos, somos el resultados de todas las vidas de nuestros antepasados; somos un resumen de todos ellos. Y, nuestra existencia, ciertamente, tendrá influencia en los próximos individuos de las siguientes generaciones.
Este mismo concepto, llevado a una escala mayor, es lo mismo que sucede con todos los seres vivos y no vivos. Y, a una escala aún mayor, es lo que sucede con los planetas y con todo el universo y con todos los multi universos.
